NEOCLASICISMO MUSICAL
TH.ADORNO
1942

Fuente: Musikalischer Neoclassizismus. Artículo recogido en Theodor W. Adorno: Neunzehn Beiträge über neue Musik. Obras Completas, Tomo 18, Francfort del Meno, 1984, pp. 83-87. Traducción del alemán: José M. García Laborda. Publicado en La Música Moderna y Contemporánea a través de los Escritos de sus Protagonistas ( Una Antología de textos comentados), (Ed) José María García Laborda, Editorial Doble J, Sevilla.

Por neoclasicismo se entiende el estilo mas difundido de la música moderna, a partir, aproximadamente de 1920. Hay que poner el acento en el concepto de estilo. Ya que si es posible, en general, encuadrar el neoclasicismo dentro de la <nueva objetividad> en el sentido más amplio, ello se debe a que el neoclasicismo representa el intento de elevar decididamente a estilo las tendencias antirrománticas, que contradicen el espíritu de estilización de la música y que intentan interpretar este como una imagen cercana a la vida mecánica y artificial. El neoclasicismo quiere decretar de nuevo el carácter comprometido de la música, cambiar lo absurdo del ayer por el positivismo del mañana. El medio para ello es el retorno a los llamados modelos <preclásicos> : a Bach, Händel, Pergolesi, Scarlatti, etc. Decisivo aquí es el carácter preindividualista y prebúrgues de los modelos invocados, que tan poco espacio dejan a la dinámica subjetiva, a la psicología, al paso funcional como a la <húmeda> sonoridad de una armonía de sensibles y a toda trascendencia de la obra de arte musical. Se pone el acento en el carácter práctico de la música; la idea del concierto al viejo estilo ofrece el modelo preferido del neoclasicismo y de ahí se explica el número elevado de conciertos que ha producido el movimiento neoclásico. Sin embargo, el lenguaje sonoro sobre el que se apoyan aquellos modelos está basado en un vocabulario que la moderna Historia de la Música dejó en herencia al neoclascisimo. En todas partes encontramos tantos elementos de la emancipación de la tonalidad y de la armonía disonante como del impresionismo.

(...) El neoclasicismo significa, en su plasmación más consecuente, la reconstrucción de formas musicales preburguesas y predinámicas dictadas por un ingeniero musical, que produce esas formas con el montaje de fragmentos inconexos del lenguaje musical actual (...)

La idea extrema del neoclascismo desarrollado aquí está representada en su forma más estricta por Stravinsky. La mayoría de sus obras pertenecen al neoclasicismo. Cuando apareció su Concierto para Piano, todos vieron que se apartaba radicalmente de las tendencias supuestamente radicales de sus primeros períodos. Si miramos hacia atrás, podemos constatar que, si bien el gesto de la obra es distinto, la sustancia propiamente musical apenas ha cambiado. (...)

Falta un análisis técnico extenso de los procedimientos compositivos neoclásicos. Es fundamental el modo de operar con la tonalidad, que excluye todas las tendencias mediadoras <organizativas>. La armonía está enturbiada con disonancias, que la mayoria están saturadas de sonidos extranios a la armonía, cuya resolución se evita. Las cadencias se deshilachan, por decirlo así. La melodía se limita a pequeños grupos sonoros siempre repetidos y sin desarrollo. Aquí se hace evidente el impresionismo, al igual que en la sucesión de complejos sin desarrollo. (...) El contrapunto del neoclascisimo permaneció paralizado en Stravinsky por mucho tiempo, mientras que las tendencias neoclásicas de Hindemith aluden a otros contextos ( a Reger). En la plasmación de la gran forma, los modelos preclásicos son los que predominan, sobre todo en Stravinsky, aunque casi siempre desplazados y de forma habilmente velada. El estilo instrumental tiende a la claridad y economía de medios, sin que manifieste, como pasa con el Schönberg tardío, la diferenciación de la composición (...)

El neoclasicismo estuvo preparado literariamente por la lucha de Nietzsche contra Wagner y por los escritos de Busoni y Cocteau (Le coq et l´arlequin, 1919), que se retrotraen a Nietzsche. Gran influjo ejercieron los ballets de Diaghilev y la pintura posterior de Picasso, que por cierto nunca sucumbió a aquella clase de conformismo que manifiesta la música neoclásica. Al contrario que Picasso, Stravinsky se mantuvo inconmovible en el neoclasicismo, sin permirtirse el mínimo desvió anárquico. Eric Satie fue el que sacó las consecuencias extremas de la doctrina neoclásica, con fuertes alusiones al dadaísmo. Su Sócrates (1918) está considerado actualemente por muchos como el mas puro paradigma del neoclacisismo (...)

Los compositores jóvenes de casi todos los países se sometieron a está tendencia. Ningún compositor, desde los tiempos de Debussy, ha sido tan imitado como Stravinsky. El atractivo mas peligroso del neoclasicismo es el comfort que representa componer a la vez con medios tradicionales inofensivos y con aires de modernidad. Con ello, el neoclasicismo, amenaza hoy, sin duda, a la pureza del nivel técnico compositivo de toda una generación.